¿Cuál es la mejor luz para estudiar?

¿Qué luz es mejor para estudiar, la blanca o la amarilla?

¿Está cansado de dormirse mientras lee su libro de química? Tal vez apenas puedas mantener los ojos abiertos mientras terminas de releer a Shakespeare para ese examen de mañana (o simplemente por diversión). Sea cual sea el motivo de la lectura, las luces de estudio perfectas pueden ayudarte a iluminar mientras sigues las páginas. Sigue leyendo para descubrir cómo encontrar las mejores luces para estudiar antes de tu próximo gran examen.

La luz natural del sol es, en teoría, la mejor luz que puedes encontrar para estudiar y leer. Esto se debe a que los colores y las temperaturas de color de la luz natural son lo suficientemente brillantes como para concentrarse, pero no tanto como para provocar dolor de cabeza. Por supuesto, es probable que estudies más a menudo en interiores o de noche que al aire libre y bajo el sol. En ese caso, necesitarás luz artificial para estudiar.

El tipo de iluminación no es el único factor que determina una buena luz para estudiar. La temperatura del color también desempeña un papel importante en la iluminación adecuada para estudiar. Sigue leyendo para descubrir la diferencia entre luz cálida y fría y cuál es mejor para leer y estudiar.

La mejor luz de estudio para los ojos

Una iluminación adecuada es aquella que proporciona luz de forma homogénea pero también la que permite crear ambientes. La luz tiene diferentes temperaturas (K) y su correcta utilización puede ayudarnos a optimizar el desarrollo de las tareas escolares o la lectura. Encontrar la luz adecuada permite disfrutar de la actividad sin forzar la vista.

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La luz tiene tres temperaturas básicas: blanca, neutra y cálida. Algunos estudios aseguran que su correcta aplicación puede provocar una disminución de la concentración a la hora de hacer los deberes. Las luces frías de unos 4.000k – 5.000K son adecuadas para entornos en los que se requiere atención, como en el caso de estudiar, leer o coser, por ejemplo.

Otro aspecto a tener en cuenta es el Índice de Reproducción Cromática (IRC) que es el que permite reproducir fielmente los colores. Los que tienen un CRI bajo favorecen la pérdida de concentración y se recomiendan para ambientes donde se busca la relajación, como el dormitorio o el salón.

7. Si se lee por la noche, no es recomendable utilizar sólo la lámpara de lectura, ya que puede no ser suficiente, en estos casos, es aconsejable disponer de una luz cálida para la habitación y otra complementaria para la lectura.

El mejor color de luz para leer

Una nueva investigación ha analizado varios escenarios de intensidad luminosa y ha dado a conocer sus conclusiones. Para un rendimiento óptimo en el aprendizaje, la luz “fría” es mejor, mientras que la “amarilla” o “cálida” es la más relajante.

Nuestro estado de ánimo y concentración están muy influidos por la luz, tanto natural como artificial. La luz solar tiene numerosos beneficios, pero a estas edades la mayoría de la gente se ve obligada por las circunstancias a pasar el día en oficinas o escuelas. Tanto los directivos como los padres podrían estar interesados en saber cuáles son los mejores ajustes de luz artificial para optimizar el rendimiento. Una nueva investigación ha estudiado varios escenarios de intensidad luminosa y ha comunicado sus conclusiones. Para un rendimiento óptimo en el aprendizaje, la luz “fría” es mejor, mientras que la luz “amarilla” o “cálida” es la más relajante. ¿Listo para cambiar de bombilla?

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Kyungah Choi y Hyeon-Jeong Suk, dos investigadores del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea del Sur (KAIST), estudiaron el aprendizaje en el contexto de diferentes temperaturas de color correlacionadas (CCT). Las CCT permiten correlacionar el aspecto cromático de una fuente de luz con su temperatura. La luz blanca amarillenta o CCT alta está por debajo de los 3.500 grados Kelvin, mientras que la luz fría azulada se encuentra por encima de los 5.000 grados Kelvin, lo que corresponde a una CCT baja.

Iluminación adecuada para la lectura

Las tareas minuciosas como leer o realizar trabajos suelen requerir un nivel de luminancia superior al que puede proporcionar la iluminación superior media de la habitación. Los niveles de luminancia de una habitación media oscilan entre 300 y 500 lux, mientras que el nivel de brillo / luminancia (lux) recomendado para esta actividad es de 880lux o elegir un Nivel 5 en la lámpara de trabajo polarizadora LED5000 de 3M. Disponer de lámparas de trabajo ayuda a mejorar el confort visual; es más, a medida que uno envejece, también necesitará más luminancia para realizar las tareas cómodamente.

Para reducir la tensión ocular, complemente la luz de trabajo con la iluminación ambiental de la habitación para crear un entorno óptimo de estudio y lectura para su hijo. Los niveles de contraste sin luz cenital pueden causar molestias y fatiga a los ojos, que tienen que esforzarse más para adaptarse a la relación de contraste entre el bajo brillo de la luz cenital y el alto nivel de luminancia de la luz de trabajo.

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La luz reflectante se produce cuando la luz rebota en un material superficial, creando una tensión innecesaria en los ojos que puede debilitar gradualmente la vista. Para proteger los ojos, se recomienda optar por lámparas con tecnología antideslumbrante, como la gama de lámparas de trabajo polarizadoras de 3M, que incorpora la tecnología de filtro polarizador de 3M para reducir el deslumbramiento y minimizar la fatiga visual excesiva. La tecnología de filtro polarizador 3M, que consiste en una película óptica patentada por 3M, puede ayudar a reducir el deslumbramiento hasta en un 80%.