Cronología de la historia de los molinos de viento
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Sólo la mitad de la superficie total de los Países Bajos supera los 3,25 pies sobre el nivel del mar. Debido a esta característica geológica, dos tercios de su superficie son vulnerables a las inundaciones en este país densamente poblado.
Construir molinos de viento no es la primera solución que utilizaron los holandeses para hacer frente a los problemas de inundaciones. Históricamente, los antiguos holandeses preferían residir cerca de dunas costeras y diques naturales que impedían que su zona fuera arrasada por el mar. Sin embargo, ésta no es una solución a largo plazo y, con el aumento de la población, aumentó la demanda de tierras cultivables. En consecuencia, los holandeses empezaron a construir diques en el año 1.000 d.C. para evitar las inundaciones de sus tierras de cultivo y zonas habitadas. Más tarde, el exceso de agua en los Países Bajos se hizo aún más difícil de evacuar debido al creciente hundimiento de la tierra. Por lo tanto, se necesitaban más métodos de drenaje, que finalmente se consiguieron tras el desarrollo del primer molino de viento de pólder en el siglo XV.
Los molinos de viento son los servicios que pueden convertir la fuerza del viento en energía de rotación. Históricamente, la función más esencial de los molinos de viento en Holanda era bombear el agua de las tierras bajas y devolverla a los ríos más allá de las orillas para poder cultivar la tierra. Más tarde, se añadieron otras aplicaciones, como la fabricación de pintura, el aserrado de árboles y el prensado del aceite. Hoy en día, esas bombas de agua accionadas por el viento se han convertido en una de las atracciones turísticas emblemáticas de los Países Bajos.
¿Quién inventó los molinos de viento y por qué?
El molino de viento estadounidense, o motor eólico, fue inventado por Daniel Halladay en 1854 y se utilizaba sobre todo para extraer agua de los pozos. También se utilizaban versiones más grandes para tareas como serrar madera, cortar heno y desgranar y moler grano.
¿Inventaron los holandeses el molino de viento?
Aunque Holanda es conocida como el país de los molinos de viento, los holandeses no inventaron los primeros molinos del mundo. Sin embargo, existen diversas opiniones sobre el origen de los molinos de viento en el mundo. Una de ellas es que los primeros molinos de viento los inventó probablemente un griego, Tesibio, que vivió entre el 285 y el 222 a.C.
¿Quién y cuándo se inventó el molino de viento?
Las primeras referencias conocidas a molinos de viento se remontan a un molinero persa en el año 644 y a molinos de viento en Seistan (Persia) en 915.
Energía eólica
Se basan en recoger el viento y sólo giran a la misma velocidad que el viento que pasa. Como las que están encima de furgonetas y señales giratorias. Se clasifica como turbina de rotación lenta. Adecuada para bombear agua o moler, etc.
Tras multiplicar por nueve su capacidad total desde principios del siglo XXI, la energía eólica está consolidando rápidamente su posición como parte importante de la combinación energética mundial. A medida que los gobiernos tratan de reducir la dependencia de los combustibles fósiles, cuyo precio es volátil, y de reducir las emisiones de carbono, la energía eólica -un recurso generalizado, abundante e inagotable con un coste de combustible cero- se convierte en una opción cada vez más atractiva.
En un estudio de 2009 sobre los recursos eólicos mundiales, científicos de la Universidad de Harvard concluyeron que los 10 países que más dióxido de carbono emiten podrían satisfacer todas sus necesidades de electricidad sólo con energía eólica. Por supuesto, el mundo utilizará diversas tecnologías para satisfacer la futura demanda energética, pero estos resultados no dejan lugar a dudas: el potencial de la energía eólica para sustituir a los combustibles fósiles y asumir un papel protagonista en la estabilización del clima es enorme.
Aerogenerador
El 9 de noviembre, Día Internacional de los Inventores, se rinde homenaje a todos aquellos que han contribuido a mejorar nuestras vidas. El día se institucionalizó coincidiendo con el nacimiento de Hedy Lamarr (1914-2000), la inventora del espectro ensanchado, a quien debemos la tecnología que se encuentra en dispositivos tan cotidianos como el GPS, el Wi-Fi y el Bluetooth.
Lamarr revolucionó el progreso en el campo de las telecomunicaciones, del mismo modo que Charles F. Brush, Poul la Cour, Albert Betz y Palmer Cosslet Putnam contribuyeron a la tecnología actual de la energía eólica. La preocupación por el uso de energías limpias contribuye actualmente a reducir los niveles de contaminación y los efectos del cambio climático, y los avances tecnológicos en los aerogeneradores han contribuido a situar la energía eólica a la vanguardia de las energías renovables.
En la actualidad, los aerogeneradores se han instalado en todo el mundo, tanto en tierra como en el mar, gracias a Charles F. Brush (1849-1929), un científico estadounidense que, en 1887, construyó la que se dice que fue la primera turbina eólica automática para generar electricidad. Posteriormente, en 1899, el científico danés Poul la Cour (1846-1908) mejoró la turbina eólica al descubrir que construirla con un número reducido de palas del rotor daba mejores resultados y aumentaba la producción de electricidad. Su diseño se considera el primer generador eólico moderno.
Historia de los molinos
Mientras que la energía eólica se aprovechaba ampliamente en las llanuras norteamericanas para bombear agua en granjas y ranchos, los científicos e ingenieros tardaron en aplicar esta tecnología a la generación de electricidad. La gran excepción a esta tendencia fue Charles Brush, que desarrolló una de las innovaciones más notables de la historia de la tecnología eólica. Brush era un rico empresario e inventor que diseñó un enorme generador eléctrico eólico para su casa de Cleveland (Ohio). Construido en 1887/88, el llamado “Brush Dynamo” era enorme: más de 18 m de altura, más de 36.000 kg de peso y 144 aspas con una superficie total de 167 m2. Un ingenioso sistema de engranajes maximizaba el potencial de la dinamo para producir electricidad; una rotación de las palas se convertía en cincuenta revoluciones del generador eléctrico. Para almacenar esta energía eléctrica, Brush instaló un enorme banco de baterías en su casa. La “dinamo Brush” proporcionó al inventor electricidad en su casa durante veinte años, en una época en la que la electricidad doméstica era una novedad para la inmensa mayoría de los estadounidenses.