Eólica marina España
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Las inversiones en parques eólicos resultan cada vez más atractivas para los bancos y las empresas energéticas españolas gracias a los rápidos avances que hacen que la energía eólica sea competitiva e independiente del apoyo financiero público.
Entidades financieras de renombre como BBVA, Santander y CaixaBank conceden préstamos a largo plazo y otras formas de financiación para proyectos de energía eólica en toda España, confiando en el brillante futuro de este negocio.
Según la Agencia Internacional de Energías Renovables, el coste nivelado de la energía eólica terrestre alcanzará los 37 euros/MWh en 2020, lo que supone un 60% menos que hace 10 años. En el caso de la eólica marina, la reducción del LCOE fue de casi el 50%, hasta 73 euros/Mwh.
En concreto, las autoridades prevén duplicar la capacidad instalada de energía eólica de aquí a 2030. En un futuro próximo se prestará especial atención a la financiación de la energía eólica marina, que actualmente está muy por detrás de la del norte de Europa.
Pero la primera y más sencilla forma de utilizar la energía eólica en la navegación se documentó ya en el año 5.000 antes de Cristo. Más tarde, los molinos de viento contribuyeron en gran medida al desarrollo de la economía europea durante la Edad Media.
España viento
En noviembre de 2009, un temporal de viento provocó que los parques eólicos produjeran un pico del 53% de la demanda total de electricidad (11.546 GW)[1][2] Este dato se superó en noviembre de 2011, con un pico de capacidad del 59% de la demanda de energía generada por energía eólica[3].
Tras las consecuencias de la crisis financiera de 2008 y la grave situación de la economía española en el periodo posterior, las nuevas instalaciones de aerogeneradores prácticamente se estancaron entre 2012 y 2015, manteniéndose en cerca de 23.000 MW de capacidad instalada durante todo el periodo. Mientras España congelaba su expansión, los demás países líderes mundiales siguieron ampliando o acelerando las nuevas instalaciones de aerogeneradores y, en 2015, India había adelantado a España en instalaciones totales.
En 2014, un año récord en producción de electricidad renovable, la energía eólica representó el 20,2% de la generación total de electricidad en España, lo que la convierte en la segunda fuente de electricidad más importante después de la energía nuclear (22%) y por delante de la energía del carbón (16,5%)[6] En periodos anteriores, la energía eólica cubrió el 16% de la demanda en 2010, el 13,8% en 2009 y el 11,5% en 2008.
La energía solar en España
Con 28.139 MW de potencia acumulada, la energía eólica ha sido la primera fuente de generación eléctrica en España en 2021, superando el 23% de cobertura de la demanda. Todo indica que los resultados de 2022 serán similares, consolidándose como la tecnología que más electricidad genera en nuestro país. Los más de 21.500 aerogeneradores instalados en España generaron 60.485 GWh de energía eólica en 2021, un 10% más que en 2020.
Durante 2021 se instalaron 842,61 MW eólicos, una cifra relevante, pero muy por debajo de los 2,2 GW anuales que sería necesario instalar hasta 2030 para alcanzar los objetivos marcados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que persigue una reducción del 23% de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a 1990, lo que implica un aumento de las renovables y, en particular, duplicar la potencia eólica.
Capacidad eólica instalada en España
La eólica fue la primera fuente de electricidad en España en 2021, según informa El País. En total, las energías renovables representaron el 47% de la generación eléctrica este año, frente al 30% de hace una década. Aproximadamente la mitad de la energía renovable de 2021 procedió de la eólica, el 10% de la solar y el resto de la hidráulica y otras fuentes.
El plan climático español prevé duplicar la capacidad eólica y cuadruplicar la solar para 2030. España también pretende reducir la capacidad nuclear a la mitad en el mismo periodo, lo que dejaría a la eólica y la solar como las dos mayores fuentes de energía.