Tecnología de eficiencia energética para el hogar
Contenidos
Qué es una casa inteligenteUna casa inteligente no es la casa en sí, sino un sistema inteligente que conectará los electrodomésticos a una red y permitirá la comunicación con la red eléctrica nacional. El sistema de hogar inteligente hará funcionar los electrodomésticos de la casa para que utilicen la electricidad de la forma más eficiente posible, sin cambiar la forma en que usted utiliza su tecnología. Es probable que el año que viene se disponga de una casa inteligente totalmente funcional, pero ya hay pasos que se pueden dar para empezar.
En una casa inteligente, los electrodomésticos se conectan a un “proveedor flexible” para gestionar el suministro de electricidad en función de las necesidades del hogar. Para que esto funcione, los electrodomésticos deben llevar incorporada una tecnología “inteligente”, o se pueden convertir en inteligentes conectándolos a un enchufe “inteligente”. Este nuevo enfoque del uso de la electricidad en el hogar reducirá los costes para las familias, aliviará la presión sobre la red eléctrica nacional y contribuirá a reducir la huella de carbono de Nueva Zelanda.
¿Es legítimo el ahorro doméstico inteligente?
¿Ha pensado alguna vez cuánta energía consume su casa? Puede ser mucha. Por eso, en este artículo hablaremos de cómo sacar partido de la domótica inteligente. Estos productos te ayudarán a ahorrar energía y a reducir tu huella de carbono de diferentes maneras.
El auge de los productos domóticos inteligentes ha hecho que la vida moderna sea más eficiente y funcional. Son la solución para ahorrar energía tanto en los hogares como en las empresas. Productos como termostatos inteligentes, sistemas de iluminación inteligentes, cerraduras e interruptores inteligentes ayudan a los usuarios a ahorrar en las facturas de los servicios públicos.
En primer lugar analizaremos qué significan casa inteligente y productos inteligentes. A continuación, analizaremos los usos y las ventajas de utilizar estos productos. Después hablaremos de las distintas formas en que podemos utilizar los productos de domótica. Por último, compartiré 10 consejos para reducir el consumo de energía desde casa.
El Internet de las Cosas (IoT) es una red de dispositivos electrónicos, vehículos y otros elementos dotados de electrónica, software, sensores, actuadores y conectividad de red que permite a los objetos recopilar e intercambiar datos.
¿Las casas inteligentes consumen más electricidad?
En el mercado hay una gran variedad de soluciones tecnológicas para hacer tu casa más inteligente, desde cámaras de seguridad y cerraduras inteligentes hasta asistentes domésticos que pueden pedir la compra a la carta. Incluso hay bombillas inteligentes que puedes controlar con tu smartphone.
La domótica permite reunir todos estos dispositivos. En pocas palabras, puedes utilizar la tecnología conectada para que las distintas partes “inteligentes” de tu casa “hablen” entre sí y se controlen de forma centralizada.
¿Cómo funciona? Los dispositivos inteligentes, como las bombillas o los termostatos, tienen sus correspondientes aplicaciones que puedes descargar para controlarlos desde tu teléfono o tableta. Pero a través de un concentrador doméstico inteligente, como un asistente doméstico, puedes controlar una variedad de dispositivos y electrodomésticos inteligentes de distintos fabricantes mediante una sola aplicación o comandos de voz. Es importante estar al tanto de las actualizaciones para asegurarse de que los dispositivos inteligentes funcionan como fueron diseñados.
Pensemos, por ejemplo, en la iluminación. Automatizar la iluminación significa que no tienes que preocuparte de olvidarte de apagar las luces. Puedes hacerlo con reguladores de intensidad programables o bombillas inteligentes que controlas con tu smartphone.
Ahorro inteligente de energía
Compra bombillas fluorescentes compactas (CFL). Utilizan un 75% menos de energía que las bombillas incandescentes tradicionales. Aunque las bombillas CFL cuestan un poco más, en realidad ahorrarás dinero: la bombilla dura mucho más y no consume tanta energía.
Reduce dos o tres grados la temperatura de todos los aparatos de calefacción, aire acondicionado y agua caliente. No dejes nunca la calefacción encendida toda la noche; calienta la cama con una bolsa de agua caliente o una manta eléctrica durante unos minutos. Esto, junto con tu propio calor corporal, sábanas de franela y una doona gruesa, hará que te sientas a gusto y calentito, aunque la temperatura del aire en la habitación sea fría.
Si además pones la lavadora en ciclo rápido, reducirás la factura de la luz. Considera también la posibilidad de comprar una lavadora de carga frontal: consumen hasta un 50% menos de energía que las de carga superior. Y elige modelos con una alta calificación energética.
Las ventanas estrechas y con corrientes de aire pueden dejar escapar una gran cantidad de calor, lo que aumenta la factura de la luz en invierno. Considera la posibilidad de comprar ventanas de alto rendimiento o de doble acristalamiento. Si no puede permitírselo, asegúrese de que no haya fugas en la base de la ventana colocando un burlete en el borde. También puedes aislar las ventanas pegando plástico de burbujas en los cristales, que es sorprendentemente eficaz. No disfrutarás mucho de las vistas, pero ahorrarás dinero.