Documental sobre el deshielo del río Tiza
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Los residuos nucleares almacenados en el emplazamiento de Chalk River son actualmente una de nuestras principales preocupaciones, y lo han sido durante gran parte de la historia de Ottawa Riverkeeper. No hemos dejado de presionar para que se tomen medidas responsables, sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
El camino para lograrlo, como el de cualquier otro río, ha dado muchas vueltas. A veces, este viaje se caracteriza por cambios rápidos, cambios repentinos de dirección y desafíos inesperados; otras veces, es un lento paseo por aguas tranquilas mientras esperamos a saber qué vendrá después.
La cuestión de los residuos nucleares en la cuenca del río Ottawa se remonta al menos a 1944, con la apertura de los Laboratorios Chalk River a orillas de nuestro río capital. El emplazamiento se encuentra a unos 200 km río arriba de la ciudad de Ottawa, y las instalaciones son anteriores a la creación de la Ley de Seguridad y Control Nuclear y la Comisión Canadiense de Seguridad Nuclear (CNSC).
En los años 50 se produjeron accidentes graves tanto en el Reactor Experimental de Investigación Nacional como en el Reactor Universal de Investigación Nacional de Chalk River, cuya mitigación llevó tiempo y esfuerzo. El resultado de esos incidentes, junto con otros más recientes, ha sido una serie de problemas de residuos persistentes. Hay varias zonas de gestión de residuos en el emplazamiento de Chalk River que han provocado la contaminación de las aguas subterráneas, que siguen vertiéndose en los arroyos y lagos de agua dulce de la región hasta el día de hoy.
Laboratorios nucleares canadienses
Laboratorios Chalk River (en francés: Laboratoires de Chalk River; también conocido como CRL, Chalk River Labs y anteriormente Chalk River Nuclear Laboratories, CRNL) es una instalación canadiense de investigación nuclear situada en Deep River, a unos 180 km al noroeste de Ottawa.
En el CRL se llevan a cabo importantes actividades de investigación y desarrollo para apoyar y hacer avanzar la tecnología nuclear, en particular la tecnología de los reactores CANDU. El CRL cuenta con expertos en física, metalurgia, química, biología e ingeniería, y alberga instalaciones de investigación únicas. Por ejemplo, Bertram Brockhouse, profesor de la Universidad McMaster, recibió el Premio Nobel de Física en 1994 por su trabajo pionero en espectroscopia de neutrones mientras trabajaba en el CRL de 1950 a 1962. Sir John Cockcroft fue uno de los primeros directores del CRL y también premio Nobel. Hasta el cierre de su reactor nuclear en 2018, el CRL producía una gran parte del suministro mundial de radioisótopos médicos[1]. Es propiedad de Canadian Nuclear Laboratories, filial de Atomic Energy of Canada Limited, y está gestionado bajo contrato por la Canadian National Energy Alliance, un consorcio del sector privado dirigido por SNC-Lavalin[2].
Historia de los accidentes nucleares
El primer accidente nuclear grave del mundo ocurrió en Ontario en 1952, seguido de un segundo incidente en 1958. Una mirada retrospectiva a estos sucesos ahora que el gobierno federal indemniza a los trabajadores que participaron en las tareas de limpieza.
George Kiely se queda sin palabras. Una mañana de julio de 2021, le telefoneé para conocer su reacción ante el presupuesto federal presentado tres meses antes. Una medida me había llamado la atención: 22,3 millones de dólares reservados para varios centenares de trabajadores que limpiaron los laboratorios de Chalk River tras dos accidentes nucleares en los años cincuenta. No sabía nada de esos incidentes.
Kiely los conoce muy bien. Él y otros empleados jubilados de Atomic Energy of Canada Limited (AECL), una empresa pública, habían luchado durante trece años para obtener algún tipo de reconocimiento por los riesgos a los que se enfrentaron durante los accidentes. Antes de mi llamada, no se había enterado de que sus esfuerzos habían dado fruto. Estoy tan perplejo como él.
Esta historia comienza en la Universidad de Montreal. Durante la Segunda Guerra Mundial, la universidad albergó un laboratorio secreto creado gracias a una alianza entre Canadá, Gran Bretaña y Estados Unidos. Varios centenares de investigadores y técnicos realizaban allí investigaciones nucleares.
Masacre del río Chalk
El 11 de marzo de 2011, un terremoto provocó un tsunami que mató a más de 20.000 personas y desencadenó un grave accidente nuclear en la central nuclear de Fukushima Daiichi, en Japón. Esto dio lugar a la liberación de material radiactivo en el medio ambiente, lo que provocó evacuaciones locales y medidas de salud pública y seguridad a nivel mundial, ya que se detectaron bajos niveles de contaminantes radiactivos en todo el mundo.
El 26 de abril de 1986 se produjo un accidente en la central nuclear de Chernóbil (Ucrania, entonces parte de la Unión Soviética). Fue el accidente más grave de la historia de la industria nuclear. Debido a la gravedad del accidente, 160.000 residentes ucranianos fueron evacuados y realojados permanentemente.
Se encontró material radiactivo procedente del accidente de Chernóbil en países vecinos y partes de Europa Occidental, lo que demostró por primera vez que los accidentes nucleares pueden tener implicaciones internacionales. De ahí la necesidad de cooperación internacional, comunicación y requisitos transfronterizos en los planes nacionales de emergencia.