Electricidad y medio ambiente
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La guerra de Rusia en Ucrania -o, más concretamente, el ambicioso esfuerzo de Europa por desprenderse de los combustibles fósiles rusos en un momento en el que los suministros internacionales ya son escasos- está haciendo subir los precios mundiales de la energía y agitando el espectro de una crisis energética mundial. Las fuentes alternativas de energía parecen cada día más atractivas, como debe ser. Pero la apuesta por la energía hidroeléctrica, en particular, conlleva sus propios riesgos.
La energía hidroeléctrica es actualmente la renovable más utilizada, y representa casi la mitad de toda la generación de electricidad con bajas emisiones de carbono en el mundo. Su atractivo se debe a varios factores. Durante décadas, fue la renovable más competitiva en costes, y muchas centrales hidroeléctricas pueden aumentar o disminuir su producción de electricidad mucho más rápido que las centrales nucleares, de carbón y de gas natural. Y mientras que la producción eólica y solar puede fluctuar significativamente, la hidroeléctrica puede producirse de forma fiable utilizando embalses, lo que la convierte en un buen complemento de estas fuentes más variables.
¿Cómo afectan las centrales hidroeléctricas al medio ambiente?
La energía hidroeléctrica es mejor para el medio ambiente que otras grandes fuentes de energía eléctrica, que utilizan combustibles fósiles. Las centrales hidroeléctricas no emiten calor residual ni gases -comunes en las instalaciones que funcionan con combustibles fósiles-, que son los principales responsables de la contaminación atmosférica, el calentamiento global y la lluvia ácida.
¿Es perjudicial una central hidroeléctrica?
Los generadores hidroeléctricos no emiten directamente contaminantes atmosféricos. Sin embargo, las presas, los embalses y el funcionamiento de los generadores hidroeléctricos pueden afectar al medio ambiente. Una presa que crea un embalse (o una presa que desvía agua a una central hidroeléctrica de pasada) puede obstruir la migración de los peces.
Generación de energía a partir de biomasa
La energía hidroeléctrica es mejor para el medio ambiente que otras fuentes importantes de energía eléctrica, que utilizan combustibles fósiles. Las centrales hidroeléctricas no emiten calor ni gases residuales -comunes en las instalaciones que funcionan con combustibles fósiles-, que son los principales responsables de la contaminación atmosférica, el calentamiento global y la lluvia ácida. La minería y la perforación necesarias para obtener combustibles fósiles para otras fuentes de energía también tienen un importante impacto ambiental negativo.
Muchas centrales hidroeléctricas están situadas en las cabeceras de las cuencas fluviales, donde pueden ayudar a controlar las grandes fluctuaciones del caudal de agua que suelen darse en estas zonas. Al aumentar el caudal durante los meses secos, estos proyectos contribuyen a mejorar los hábitats acuáticos. A la inversa, al reducir el caudal durante los periodos de fuerte escorrentía, las centrales pueden evitar daños a la vegetación y a la fauna de las riberas de los arroyos.
Sin embargo, los proyectos hidroeléctricos y las presas asociadas a ellos modifican el entorno fluvial natural, y a menudo hay que pagar un precio por estos cambios. El USACE colabora estrechamente con las agencias de recursos naturales para minimizar el impacto ambiental negativo de todos sus proyectos hidroeléctricos.
Hidroeléctrica
Vietnam es una economía en rápido crecimiento y, con la industrialización, aumenta la necesidad de recursos como la electricidad. Para hacer frente a esta demanda, Vietnam ha construido muchas presas en sus ríos. Estas presas han tenido un impacto significativo en el medio ambiente, así como en la vida de las personas que dependían del río para su subsistencia.
Muchas personas y comunidades se han visto obligadas a desplazarse debido a la construcción de presas. Estas personas eran pobres pero tenían una vida sostenible a lo largo del río, cultivando sus propios alimentos y pescando en el río. Fueron trasladados a zonas donde no tenían tierra suficiente para cultivar sus propios alimentos y mantener a sus familias, ni acceso al empleo y, a menudo, tampoco al agua.
El crecimiento constante de la economía vietnamita en las dos últimas décadas ha provocado un aumento de la demanda de energía. Para satisfacer esta creciente demanda, el Gobierno de Vietnam está desarrollando la industria hidroeléctrica, que espera que llegue a suministrar dos tercios de la energía del país. En Vietnam Central, en los últimos 20 años se han planificado y construido muchos proyectos hidroeléctricos de diferentes tamaños y capacidades, especialmente desde Quang Binh a Phu Yen y las provincias de las tierras altas centrales. En conjunto, la energía hidroeléctrica aporta actualmente entre el 35% y el 40% de la producción energética nacional. Sin embargo, el rápido aumento del número de centrales hidroeléctricas en Vietnam Central ya ha suscitado muchas preocupaciones medioambientales y sociales y nos enfrentamos a consecuencias adversas para el desarrollo sostenible de toda la zona.
Problemas hidroeléctricos
Las centrales hidroeléctricas, como la presa de Grand Coulee, proporcionan beneficios como energía renovable e irrigación, pero también producen costes adversos para las poblaciones humanas y la fauna. Antes de poner en marcha una central hidroeléctrica de forma responsable, hay que tenerlo muy en cuenta.
Las centrales hidroeléctricas son un método renovable muy eficaz de generar electricidad sin contaminar el aire. La electricidad producida por centrales hidroeléctricas representa actualmente casi el 7% de la electricidad total generada en Estados Unidos. Sin embargo, actualmente menos del 3% de todas las presas de Estados Unidos se utilizan para generar electricidad.3 Esta discrepancia presenta una gran oportunidad para aumentar el uso de la producción de energía renovable a través de la energía hidroeléctrica.3 Hay muchos factores que hacen de la energía hidroeléctrica una alternativa deseable a la quema de combustibles fósiles, sin embargo, la construcción y el funcionamiento de las centrales hidroeléctricas también implican una serie de desventajas. Entre estos inconvenientes se encuentran los cambios medioambientales que podrían afectar negativamente a la salud de las personas y los animales.