Energía nuclear en Argentina historia de las centrales argentinas

Guerra nuclear en Argentina

La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) se creó en 1950 y dio lugar a una intensa actividad de I+D nuclear, incluida la construcción de varios reactores de investigación. En la actualidad, la CNEA y otras entidades explotan cinco reactores de investigación. Otros dos reactores de investigación están en construcción.

En 1964, la atención se centró en la energía nuclear y, tras un estudio de viabilidad de una unidad de 300-500 MWe para la región de Buenos Aires, se convocaron licitaciones. Dado que la política del país en aquella época se basaba firmemente en la utilización de reactores de agua pesada alimentados con uranio natural, las ofertas canadiense y alemana fueron las más atractivas, y se aceptó la de Kraftwerk Union (KWU)a, con una financiación del 100%. La central de Atucha, de 362 MWe (brutos), se construyó cerca de Lima, a 100 km al noroeste de Buenos Aires.

Atucha 1 (oficialmente denominada Central Nuclear Juan Domingo Perón) entró en funcionamiento comercial en 1974. Originalmente alimentada con uranio natural, ahora utiliza combustible de uranio ligeramente enriquecido (0,9%), lo que ha duplicado el quemado de 6 a unos 13 GWd/t o más y, en consecuencia, ha reducido los costes de explotación en un 40%. Atucha 2 ha seguido el mismo camino. Cada uno de ellos tiene una vasija de presión, a diferencia de cualquier otro gran reactor de agua pesada.  El altísimo grado de quemado indica que dos tercios de la energía proceden del plutonio, lo que le confiere la mayor tasa de conversión de todos los reactores no reproductores.

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Centrales nucleares en el mundo

En febrero de 2008, los presidentes de Argentina, Kirchner, y de Brasil, Lula da Silva, firmaron un acuerdo de cooperación nuclear, uno de los diecisiete suscritos en materia de infraestructuras, energía y defensa. Desde entonces, técnicos de ambos países trabajan en la definición de potenciales proyectos conjuntos, como un “emprendimiento de enriquecimiento de uranio” y un “reactor nuclear de potencia modelo que satisfaga las necesidades de los sistemas eléctricos de ambos países y, eventualmente, de la región”[1].

El alcance de las actividades nucleares compartidas, las estrategias de cooperación, el tipo de transferencias tecnológicas y las fuentes de financiación (un tema de máxima preocupación debido a la crisis económica mundial) siguen sin resolverse y, después de casi un año, siguen generando más dudas que certezas.

Además, las declaraciones de política pública de la recién lanzada Estrategia Nacional de Defensa brasileña, que identifica la energía nuclear como una alta prioridad, han suscitado preocupaciones sobre la cooperación nuclear con Argentina, en particular en relación con las transferencias de tecnología. De hecho, la nueva estrategia brasileña se centra en las entradas “unidireccionales”, que permiten al país lograr un acervo tecnológico creciente, y sugiere “usos exclusivos de la tecnología”, lo que podría entenderse como “no salida”. Estos conceptos parecen ajustarse mejor al modelo de un socio tecnológico plenamente avanzado, que guíe a Brasil en todo el proceso de su propio desarrollo[3].

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¿Se construyen más centrales nucleares?

La Central Nuclear Atucha I, Presidente Juan Domingo Perón, comenzó su construcción en junio de 1968 y se convirtió en la primera central nuclear de América Latina. Se conectó al Sistema Eléctrico Nacional el 19 de marzo de 1974 y comenzó su producción comercial el 24 de junio de ese mismo año.

Si bien es la primera central argentina, todos sus sistemas de seguridad han sido actualizados y cumplen con los requisitos locales e internacionales. Desde 2008 a la fecha, Nucleoeléctrica ejecuta el Proyecto de Extensión de Vida de Atucha I; la finalización de este proyecto permitirá extender su operación por veinticuatro años más a plena potencia.

Central nuclear de Atucha

En 2001, la central de Atucha fue modificada para quemar Uranio Ligeramente Enriquecido, convirtiéndose en el primer reactor PHWR en quemar ese combustible en todo el mundo[cita requerida] Atucha fue planeada originalmente para ser un complejo con varios reactores. Atucha 2 (similar a Atucha 1 pero más potente) comenzó a producir energía el 3 de junio de 2014, y se espera que produzca 745MWh[aclaración necesaria]. Se han anunciado planes para Atucha III, un tercer reactor en el complejo de Atucha[2].

Argentina también cuenta con varios reactores de investigación,[3] y exporta tecnología nuclear. Nucleoeléctrica de Argentina y Atomic Energy of Canada Limited están negociando los contratos y el modelo de entrega del proyecto para una nueva central nuclear CANDU de 740 MWe[4].

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En febrero de 2015, la presidenta argentina, Cristina Kirchner, y el secretario general del Partido Comunista Chino, Xi Jinping, firmaron un acuerdo de cooperación, y se ha propuesto la construcción de una central de diseño Hualong One[6][7].

En diciembre de 2015 se inauguró una nueva planta de enriquecimiento de uranio para fabricar combustible para las centrales nucleares argentinas, ubicada en Pilcaniyeu. La planta utilizará tanto difusión gaseosa como técnicas láser más modernas[8].